CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En México se han identificado al menos 40 especies de arañas del género Loxosceles, conocidas comúnmente como arañas violinistas o del rincón, según datos del Instituto de Biología de la UNAM. Este arácnido, de hábitos nocturnos y comportamiento evasivo, es considerado de importancia médica debido a la toxicidad de su veneno.
De acuerdo con la bióloga Claudia Isabel Navarro Rodríguez, especialista del Instituto de Biología y estudiante de posgrado en el Laboratorio de Aracnología Tlaxcala de la UNAM, el loxoscelismo —enfermedad causada por la mordedura de este tipo de araña— puede provocar necrosis dérmica, hemólisis masiva y, en algunos casos, falla orgánica múltiple si no se atiende de manera oportuna.
Las especies de Loxosceles se encuentran distribuidas en todo el país, desde zonas áridas como Sonora y Chihuahua hasta regiones húmedas como la Ciudad de México y el Bajío. En 2019, fue descubierta una nueva especie en el Valle de México, la Loxosceles tenochtitlan, lo que refuerza la presencia urbana de este arácnido.
Navarro Rodríguez explicó, en entrevista con UNAM Global publicada el 25 de abril de 2024, que estas arañas miden entre uno y tres centímetros, tienen seis ojos dispuestos en forma de media luna, y presentan una marca en forma de violín en el prosoma. Aunque no suelen atacar, pueden morder si se sienten amenazadas, principalmente cuando son aplastadas accidentalmente durante el sueño o al manipular ropa o muebles.
La araña violinista suele ser más activa durante el calor y la temporada de lluvias, particularmente entre mayo y julio. Sin embargo, puede estar presente todo el año en espacios cerrados como clósets, sótanos, bodegas y detrás de muebles.
Navarro Rodríguez señaló que, para prevenir encuentros con este arácnido, se recomienda:
Estas medidas ayudan a mantener los espacios libres de refugios para el arácnido, cuyo comportamiento evita la luz y los sitios con actividad constante.
La mordedura suele pasar desapercibida al momento, pero puede provocar dolor localizado, enrojecimiento, fiebre, náuseas y vómitos. Si no se atiende a tiempo, la zona afectada puede desarrollar necrosis y, en casos graves, se presentan complicaciones sistémicas.
La UNAM ha informado que el veneno contiene una enzima conocida como fosfolipasa D, que destruye glóbulos rojos y tejidos. Esta sustancia, junto con otras enzimas, puede provocar hemólisis y coagulación intravascular diseminada, como se detalla en materiales de formación médica de la universidad.
La especialista de la UNAM recomendó acudir de inmediato al médico en caso de sospecha de mordedura, además de:
A través del sitio Redtox, es posible ubicar hospitales con disponibilidad de antivenenos. En la Ciudad de México hay 26 unidades médicas con estos recursos, aunque también se pueden adquirir por vía comercial con personal del sector salud.
Niños y adultos mayores tienen mayor riesgo ante una mordedura, debido a que sus sistemas inmunológicos son más frágiles. El loxoscelismo puede avanzar con mayor rapidez en estos grupos, lo que hace urgente su atención médica.
La mordedura también puede afectar a animales de compañía. En esos casos, debe acudirse de inmediato al veterinario para la aplicación del antídoto correspondiente.
Plantas repelentes
Aunque aún no hay estudios concluyentes, se ha reportado que el aceite de plantas como lavanda, menta, eucalipto y limón puede ayudar a repeler a estos arácnidos. Algunas personas los usan como método preventivo en clósets y rincones del hogar.
Con información de: Proceso.