La canícula es un fenómeno climático que ocurre cada año en diversas regiones de México. Este evento se caracteriza por la disminución de lluvias, una reducción de la velocidad del viento y un aumento considerable en las temperaturas.
Las regiones que se prevé experimenten mayores efectos incluyen estados del noreste, centro y sureste del país: Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Durante este periodo, las temperaturas podrían superar los 45 grados, influenciadas por el fenómeno de "El Niño" y el calentamiento global.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), este evento se caracteriza por una disminución temporal de las precipitaciones, acompañada por un incremento en las temperaturas. Suele manifestarse semanas después del solsticio de verano, que ocurre el 21 de junio, y tiene una duración aproximada de 40 días, aunque puede variar según la región.
El término "canícula" tiene un origen astronómico y etimológico. Proviene del latín "canes", que hace referencia a los perros, y está vinculado con la constelación del Can Mayor, y su estrella de Sirio, también conocida como "La Abrasadora".
Su primera aparición en el horizonte coincidía con un periodo de calor intenso, lo que llevó a asociar su presencia con estas condiciones climáticas.
Frente al incremento térmico, las autoridades sanitarias recomiendan adoptar medidas preventivas, como:
Con información de Informador.mx