EFE.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, regresará este viernes a Escocia para una visita de cuatro días centrada en sus campos de golf de Turnberry y Menie, en un viaje "semiprivado" que generó un amplio despliegue policial, una oleada de críticas y protestas convocadas en varias ciudades.
Aunque en septiembre realizará una visita de Estado al Reino Unido, Trump aprovechará este viaje personal para reunirse con el primer ministro británico, Keir Starmer, y con el jefe del Ejecutivo escocés, John Swinney.
Según la Casa Blanca, la cita con Starmer se celebrará el lunes en la zona de Aberdeen, donde Trump tiene el complejo de Menie, a unos 16 kilómetros al norte, en el cual planea inaugurar un nuevo campo de golf.
Downing Street indicó a su vez que en ese encuentro abordarán el acuerdo arancelario firmado por los dos países, del que aún quedan aspectos por concretar.
Swinney justificó la reunión con Trump como un "interés de Escocia" citando a Gaza, Ucrania y los aranceles al Whiskey como asuntos prioritarios.
Operativo policial más complejo
Las autoridades escocesas activaron uno de sus despliegues más complejos desde la muerte de la reina Isabel II el 8 de septiembre de 2022.
Miles de agentes, incluidos refuerzos de otras regiones del Reino Unido, trabajarán en coordinación con el Servicio Secreto estadounidense.
"No podemos dar cifras, pero será un despliegue elevado", declaró en Glasgow la jefa de operaciones, Emma Bond.
La Federación Policial escocesa advirtió de posibles acciones legales por abusos en los turnos, ya que algunos agentes trabajarán hasta 10 días consecutivos.
La Coalición para Detener a Trump (Stop Trump Coalition), que agrupa a colectivos climáticos, sindicatos y asociaciones pro derechos humanos, convocó a movilizaciones para el sábado en Aberdeen y Edimburgo, también se prevén protestas en Dumfries.
"Trump no representa los valores de Escocia", afirmó la activista de la organización Alena Ivanova en un comunicado.
Liz Murray, de Global Justice Now, denunció los intentos del mandatario sobre "imponer los intereses de las élites económicas", las protestas incluirán discursos, música y mensajes contra el racismo, el autoritarismo y la crisis climática, según la organización.
Controversia ambiental y oposición política
El Partido Verde escocés criticó con dureza la visita de Trump y solicitó al gobierno de la nación histórica que se le declare como "persona non grata".
En un comunicado, recordó que el presidente fue condenado en 2023 por falsificar registros contables y que arrastra decenas de denuncias por presunta agresión sexual.
También exigieron reactivar una "orden de riqueza inexplicada" para investigar sus finanzas en Escocia, vinculadas a los campos de golf de Menie y Turnberry.
Durante la anterior visita de Trump a Escocia en 2018, en su primer mandato, se registraron multitudinarias manifestaciones y acciones simbólicas en las principales ciudades escocesas.
El pasado marzo, en Turnberry, el campo de golf que adquirió en 2014 por 60 millones de dólares, el grupo Palestine Action pintó eslóganes en el césped en protesta por la política estadounidense en Gaza.
En abril, Greenpeace desplegó un retrato gigante del presidente en la playa, con el mensaje "Hora de resistir".
La Policía advirtió que mostrar apoyo al grupo a favor de Palestina puede acarrear detenciones bajo la ley antiterrorista.
Trump ha reivindicado en varias ocasiones su vínculo personal con Escocia: su madre, Mary Anne MacLeod, nació en la isla de Lewis, en las Hébridas Exteriores, y emigró a Estados Unidos con 18 años. "Escocia es una parte esencial de mi identidad", ha dicho.
Sin embargo, la relación con la comunidad local ha sido tensa desde que en 2006 anunció la construcción de un campo de golf en una zona protegida de dunas.
Las críticas medioambientales y las disputas con residentes alimentaron la controversia y aunque sus inversiones formaron oportunidades de empleo, su figura sigue generando rechazo.
Trump regresará al Reino Unido del 17 al 19 de septiembre para su segunda visita de Estado —la primera fue en 2019—, en la que será recibido por el rey Carlos III en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres, junto a la primera dama, Melania Trump.
Con información de Latinus