Aunque haya quienes quieran minimizar la importancia del contacto con la naturaleza como si fueran sólo inventos hippies o new age, un estudio científico reciente descubrió que los beneficios de la recreación al aire libre para la salud mental fueron "significativos y mensurables".
El equipo de investigación encontró que mientras menos tiempo de recreación pasan las personas al aire libre, mayores son sus niveles de estrés percibido y sus síntomas depresivos; de manera inversa, al aumentar la frecuencia de las actividades en contacto con la naturaleza, mayor era el bienestar experimentado.
Los beneficios se reportaron, por supuesto, cuando la gente podía asistir a áreas naturales cercanas a la ciudad donde vívían; pero también fueron importantes las zonas verdes a nivel de barrio o colonia: parques, vías verdes e incluso calles arboladas en zonas residenciales se convirtieron en la base de la salud mental pública.
En tiempos de crisis
La investigación, realizada por personal de la Universidad Estatal de Oregon y publica en la revista PLOS One, forma parte del proyecto Play2Cope, diseñado para conocer los patrones de participación en actividades de ocio de las personas adultas estadounidenses durante la pandemia de Covid-19.
“Incluso después de controlar numerosos factores de riesgo y protección específicos de la Covid-19, la recreación al aire libre se reveló como un importante factor protector para la salud mental durante la crisis”, dice Xiangyou (Sharon) Shen, profesora de la Facultad de Ciencias Forestales de la OSU y líder del estudio.
“Esta evidencia respalda el tratamiento de la recreación al aire libre como medicina conductual, y la clasificación de los espacios recreativos al aire libre junto con instalaciones como hospitales y farmacias”. Xiangyou (Sharon) Shen.
Implicaciones de política pública
Shen considera que las conclusiones del estudio deberían tener implicaciones de política pública, sobre todo porque existe un consenso entre los epidemiólogos de que habrá otras pandemias en el futuro.
“Para futuras crisis similares, recomendamos protocolos que prioricen mantener abiertos los espacios de recreación al aire libre con las modificaciones de seguridad adecuadas, reconociendo su papel como infraestructura esencial para la salud mental”, concluye la investigadora.
Con información de Latinus