En el marco del Día de las Madres, miles de mujeres encabezaron la XIII Marcha de la Dignidad Nacional “Madres Buscando a sus Hijos, Hijas, Verdad y Justicia” y bajo el grito de “con el gobierno o sin él, llegaremos a la verdad”, las familias exigieron a la presidenta Claudia Sheinbaum voluntad política real para desmantelar el pacto de impunidad que protege a responsables directos e indirectos de estos crímenes.
Tras la marcha de este sábado en la Ciudad de Mexico, colectivos de búsqueda denunciaron que las promesas de campaña, las reformas simbólicas y las reuniones institucionales no se traduce en justicia ni en hallazgos.
“No nos engañan con reformas vacías ni mesas de diálogo que solo simulan búsqueda. Las fiscalías siguen sin fortalecerse y la impunidad se sostiene desde las estructuras del propio Estado”, expresaron las madres en su posicionamiento.
Según denunciaron, los gobiernos —pasados y actuales— han optado por administrar el dolor y la indignación, en lugar de enfrentar las redes criminales que se entrelazan con autoridades locales y federales.
La cifra oficial de 127,000 personas desaparecidas revela una emergencia nacional que no ha sido atendida con responsabilidad. “Mientras no se rompa con quienes protegen a los perpetradores desde dentro de las instituciones, no habrá verdad ni justicia”, sentenciaron.
Durante la marcha, los colectivos lanzaron la exigencia a la jefa del Ejecutivo federal. “Presidenta Claudia Sheinbaum: no somos ignorantes. No queremos promesas, queremos hechos. Si de verdad busca cambiar el rumbo, comience por reestructurar la Fiscalía General y cesar a los funcionarios implicados en violaciones graves a los derechos humanos”, señalaron.
En este contexto, las madres respaldaron la reciente decisión del Comité de Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada de invocar el Artículo 34 de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
Consideran esta acción como una última esperanza para presionar al Estado mexicano y activar un mecanismo internacional independiente que permita avanzar en investigaciones, búsqueda e identificación de víctimas, así como en medidas de no repetición.
Este 10 de mayo no fue de celebración, fue de memoria, de rabia y de exigencia, exclamaron las madres buscadoras.
"Este 10 de mayo, en el cual nada tenemos que celebrar, también marchamos y gritamos los nombres de las Madres que ya no están en vida para tenerlas presentes y recordar a las autoridades que para ellas no hubo Verdad ni Justicia".
Con información de: El economista.