CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Por la pérdida constante de suscriptores, un modelo de negocio que dejó de ser rentable y, sobre todo, por la investigación internacional por sobornos vinculados a la FIFA, Moody’s rebajó a Grupo Televisa al grado de basura.
En un documento publicado la tarde del 11 de julio, la agencia crediticia informó que los bonos senior quirografarios y los programas shelf de la televisora fueron rebajados a Ba1, lo que marca su salida formal del grado de inversión.
Además, se retiró la calificación de emisor de largo plazo de Baa3 y se asignó una calificación corporativa familiar (CFR) de Ba1. En términos prácticos, esto implica que la empresa enfrenta un riesgo real de impago para quienes la financian vía deuda.
La perspectiva de la nota se mantiene negativa, lo que abre la posibilidad de nuevas rebajas en el corto o mediano plazo.
Factores de rebaja
Según el documento emitido desde Estados Unidos, la rebaja a Ba1 refleja los impactos relacionados con el llamado "asunto FIFA". De aquí sobresale la investigación internacional sobre corrupción y compra de derechos deportivos que involucra a directivos y empresas de América Latina.
Lo que sobresale es la salida de Emilio Azcárraga Jean del control operativo de Televisa, justo en el momento en que las autoridades de Estados Unidos hacían indagatorias por sobornos ligados a contratos de transmisión, entre ellos los del Mundial de Futbol.
A esto se suman los indicadores crediticios de Televisa, que continúan presionados debido “a la pérdida persistente de suscriptores en todas sus líneas de negocio”.
Al cierre de marzo de 2025, las unidades generadoras de ingresos cayeron 6.3% en total, y en el caso del segmento de banda ancha la baja fue de 1.2%, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Aunque la empresa ha estado reduciendo su deuda, esto no ha sido suficiente para contrarrestar la caída de ingresos ni el deterioro en su margen operativo.
Además, Moody’s también subrayó los problemas estructurales que siguen arrastrando a la compañía: la caída sostenida del segmento satelital Sky (DTH), el estancamiento del crecimiento en banda ancha, y el hecho de que Televisa opera exclusivamente en México, lo que la expone a una alta concentración de riesgos locales, tanto regulatorios como de competencia.
A ello se suma que su escala operativa es menor en comparación con sus pares internacionales y su modelo sigue siendo altamente intensivo en capital, lo que limita su capacidad de maniobra financiera.
Moody’s advirtió que la calificación podría seguir bajando o permanecer estancada si persiste la erosión de márgenes y del flujo operativo, o si la base de suscriptores sigue debilitándose por la presión de la competencia o fallas internas.
Malos pronósticos
La agencia señaló que el desempeño operativo de Televisa continuará siendo frágil, sobre todo porque su apalancamiento bruto ajustado se mantendrá por encima de 4 veces el EBITDA más allá de 2026, incluso con la expectativa del Mundial, cuando el límite considerado saludable es de 3 veces.
Moody’s destacó que Televisa mantiene una posición en el mercado mexicano, con 21% de participación en servicios de banda ancha y 57% en televisión de paga, de acuerdo con cifras del regulador de telecomunicaciones al cierre del primer trimestre de 2025; una situación que, anticipa la agencia, tenderá a deteriorarse.
También se tomó en cuenta su participación del 42.6% en TelevisaUnivision, Inc., la compañía que controla Univision Communications Inc., la cual mantiene una calificación B2 con perspectiva negativa.
Con información de proceso.com.mx