El costo de atención de la diabetes, la hipertensión, la insuficiencia renal y otras enfermedades crónicas no transmisibles presionan las finanzas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De acuerdo con el Instituto, durante 2024, 8 millones de personas derechohabientes viven con hipertensión arterial y 5.35 millones (el 65.8 %) recibieron atención en consultas de seguimiento. Sin embargo, la mortalidad por ese padecimiento creció 31.7 % de 1998 a 2023.
En tanto, el IMSS registró 5 millones de derechohabientes con diabetes tipo 2, de los cuales 3.47 millones (el 69.3 %) acudieron a seguimiento y control en las Unidades de Medicina Familiar (UMF). La mortalidad por esta enfermedad también creció en el mismo lapso 16.1%.
En su “informe al Ejecutivo federal y al Congreso de la Unión sobre la situación financiera y los riesgos del Instituto Mexicano del Seguro Social 2024-2025”, entregado al Congreso y al Poder Ejecutivo, el IMSS advierte que tiene capacidad financiera hasta 2036. El tiempo de vida calculado de la institución se redujo un año respecto al informe anterior.
El Instituto señala que uno de los principales factores externos que presionan sus finanzas es el aumento de la población mexicana en edad avanzada y con mayores padecimientos, lo que genera una demanda de servicios hacia una población cada vez más envejecida con una creciente prevalencia de enfermedades crónico-degenerativas y un alto costo de atención durante periodos prolongados.
El IMSS subraya que en estos padecimiento afectan los estilos de vida caracterizados por sedentarismo, alimentación hipercalórica con alto contenido de grasas, azúcares refinados y sodio, consumo de tabaco y abuso de alcohol.
La atención de la diabetes, la hipertensión arterial, la insuficiencia renal crónica, el cáncer de mama, el cáncer de próstata y el cáncer cervicouterino absorbió 19.4 % de todos los ingresos del Seguro Enfermedades y Maternidad (SEM) en 2024.
El IMSS informa que durante 2024 se requirieron 101 mil millones de pesos para cubrir los gastos asociados a la atención médica de esas seis enfermedades.
“La atención de las enfermedades analizadas presenta importantes desafíos, dado que la perspectiva a corto plazo indica que el número de pacientes seguirá en aumento”, advierte el instituto.
El IMSS tiene cinco seguros: de Riesgos de Trabajo (SRT), Invalidez y Vida (SIV), Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez (SRCV), Guarderías y Prestaciones Sociales (SGPS) y el mencionado de Seguro de Enfermedades y Maternidad (SEM).
Entre la cobertura que abarca el SEM, se incluyen las ECNT, que entran en la clasificación de “enfermedad no profesionales” y no están directamente relacionadas con la actividad laboral del trabajador; de éstas, el IMSS cubre asistencia médico quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria el comienzo de la enfermedad y durante un año por el mismo padecimiento.
El informe destaca que con esta tendencia, la capacidad financiera del IMSS, proyectada hasta 2036, se redujo un año respecto al cálculo anterior.
Otras presiones financieras fuertes que destaca el IMSS son los recursos para el pago de jubilaciones y las pensiones para los trabajadores contratados antes de 2005.
Así como el pasivo contingente por litigios; es decir, los juicios. Actualmente el IMSS tiene más de 300 mil juicios pendientes, la mayoría laborales, lo que representaría un pago futuro de casi 70 mil millones de pesos.
Una de las propuestas del IMSS es mover dinero de un seguro a otro para aumentar recursos del SEM.
En el documento, el IMSS hace un llamado a que colaboren todos los sectores para buscar una solución de fondo: patrones, trabajadores, gobierno y el sindicato.
Con información de: Animal político.