CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Asamblea del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) decidió inscribir a la Ruta Wixárika por los caminos sagrados a Wirikuta en la lista representativa de Patrimonio Mundial.
Es la primera vez que una tradición indígena viva alcanza esta distinción en América Latina, lo cual enaltece su relevancia cultural, espiritual y ambiental. Y se trata de una red de caminos sagrados recorre Durango, Jalisco, Nayarit y San Luis Potosí.
La Secretaría de Cultura informó que esto es un reconocimiento “su valor excepcional como testimonio vivo de la memoria y las prácticas espirituales del pueblo Wixárika” e informó que esta inscripción es fruto de la labor compartida entre la comunidad wixaritari, autoridades tradicionales, el Consejo Regional Wixárika, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
La secretaria de Cultura, Claudia Curiel, expuso en un video en sus redes sociales, que “esta ruta nos remite a un entramado de senderos que año con año recorren los pueblos Wixárika a lo largo de más de 500 kilómetros, atravesando un corredor biocultural que atraviesa los estados de Nayarit, Jalisco, Zacatecas, Durango y San Luis Potosí, donde se encuentra Wirikuta. Esta declaración evidencia cómo cada vez más en todo el mundo se aprecia y reconoce la diversidad, la grandeza cultural de nuestro país y el patrimonio humano”.
México suma 36 inscripciones en la lista de Patrimonio Mundial, “lo que nos ratifica como el primer país en América y séptimo en el mundo con el mayor número de bienes reconocidos por la UNESCO en esta categoría (…) Nos confirma que proteger las culturas originarias es proteger nuestras raíces, nuestra memoria y nuestra identidad”, afirmó Curiel.
El director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, detalló que “se trata de una ruta de peregrinaje ancestral, pero viva y vigente que articula más de 20 sitios sagrados donde los wixaritari practican rituales para refrendar su relación de respeto y reciprocidad con la tierra, propiciar el bienestar del pueblo y asegurar un ciclo agrícola exitoso para que la milpa de frutos y el maíz nos siga proporcionando la vida”.
La distinción llevará a que se convierta en un legado para toda la humanidad para que se estudie, valore, proteja, respete, salvaguarde y se difunda como un compromiso del Estado Mexicano con la comunidad internacional.
“Con esta inscripción, la Unesco acredita esta tradición como un testimonio de las culturas originarias de México que han resistido y persistido a lo largo de los siglos y siguen formando parte de nuestro rico entramado pluricultural. La declaratoria responde a un reclamo que el pueblo Wixárika ha venido sosteniendo durante décadas para defender y proteger sus lugares sagrados y que ahora encontró eco y respaldo en el gobierno de México que ha promulgado este decreto para la protección de estos lugares sagrados”.
Esta reivindicación y reconocimiento internacional representa un acto de justicia y una herramienta de sobrevivencia de esta expresión cultural ante las amenazas del desarrollo, como las concesiones mineras y los riesgos que se ciernen sobre el hikuri, planta sagrada para la comunidad.
El INAH informó que el bien inscrito consta de 20 componentes o sitios sagrados, ubicados en el centro-norte de México: Tatei Jaramara, en Nayarit; Huaxa Manaka, en Durango; Tuapurie, en Jalisco; Cuyetsarie, Xurahue Muyaca, Cupuri Mutiú, Cacai Mutijé, Macuipa, Tatei Nihuetúcame, en Zacatecas; Huahuatsari, Cuhixu Uheni, Tatei Matiniere, Nihuetaritsié, Natsitacua, Uxa Tequipa, Tuy Mayau, Huacuri Quitenie, Huiricuta: Mucyuahue; Huiricuta: Raúnax, y Huiricuta: Maxa Yaritsie, en San Luis Potosí.
En dicha ruta se practica el ciclo de rituales para mantener las relaciones con los elementos naturales, considerados deidades ancestrales, a fin de asegurar el éxito del ciclo agrícola de la milpa y el bienestar del pueblo. Los componentes nominados comprenden la ruta sagrada a Wirikuta –El Camino de Nuestro Abuelo Fuego– "Tatehuarí Huajuyé", seleccionados junto con el Consejo de Ancianos Wixárika.
La ruta comienza en el sur de la Sierra Madre Occidental o Sierra Wixárika (huichol), corazón de las tierras ancestrales de los wixárika. Continúa hacia el noreste, hasta el sitio sagrado de Wirikuta, en el desierto chihuahuense; y finaliza en dirección opuesta, en los sitios sagrados de la costa de Nayarit y en Cerro Gordo, Durango.
El hoy reconocido como Patrimonio de la Humanidad “cuenta con protección legal, a través de leyes federales y estatales, como el Plan de Justicia de los Pueblos Wixárika, Na’ayeri, O’dam y Meshikan (2022) y el decreto que reconoce, protege, preserva y salvaguarda los lugares sagrados y rutas de peregrinación de los mismos, y que creó la Comisión Presidencial (2023), para su cumplimiento”, indicó en un comunicado.
Con información de: Proceso.