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¿Qué pasa si alguien revela secretos del cónclave?

Todo el personal de apoyo así como cada uno de los cardenales que elegirán al sucesor del Papa Francisco prestarán juramento el día de hoy, antes del cónclave que comenzará el miércoles. Limpiadores y cocineros. Doctores y enfermeras. Incluso conductores y operadores de ascensores. Todos podrían recibir el castigo de la Santa Sede en caso de revelar los secretos del cónclave.

¿El castigo por romper el juramento? Excomunión automática.

La toma de juramento se llevaba a cabo en la capilla Paulina del Vaticano para todos aquellos asignados al próximo cónclave. Incluyen clérigos en roles de apoyo, incluidos confesores que hablan varios idiomas. Los propios cardenales prestarán su juramento el miércoles en la capilla Sixtina, antes de emitir sus primeros votos.

Pero también hacen falta una serie de laicos para atender y alimentar a los cardenales. La duración de un cónclave no se puede predecir, y solo se sabrá cuando la fumata blanca salga de la chimenea de la Capilla Sixtina para anunciar que hay un ganador.

Todas esas personas estarán aisladas para estar disponibles para cualquier necesidad médica y mantener la majestuosa belleza apropiada para la elección del próximo líder de la Iglesia católica, que cuenta con mil 400 millones de fieles.

Los cardenales vivirán en residencias dentro de los terrenos del Vaticano, y pueden caminar aproximadamente un kilómetro (menos de una milla) hasta la Capilla Sixtina o tomar un autobús especial que solo opera dentro de los terrenos sellados del Vaticano, y para eso también se necesitan conductores.

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, dijo el lunes que los cardenales serían "invitados" a dejar sus teléfonos móviles en su residencia en el Vaticano y no llevarlos a la Capilla Sixtina, pero que no serían confiscados.

Bruni recordó que los cardenales prestan juramento de obedecer la normativa vaticana que rige el cónclave, la cual prohíbe divulgar cualquier información sobre los procedimientos y prohíbe comunicarse con el mundo exterior hasta que la elección haya terminado.

El Vaticano también planea usar inhibidores de señal durante el cónclave para prevenir la vigilancia electrónica o la comunicación fuera del cónclave, y los gendarmes del Vaticano supervisarán las medidas de seguridad.

Las disposiciones para la toma de juramento están establecidas en la ley vaticana.

San Juan Pablo II reescribió las normas sobre las elecciones papales en un documento de 1996 que sigue en gran medida en vigor, aunque el papa Benedicto XVI lo enmendó dos veces antes de renunciar en 2013. Él endureció el juramento de secreto, dejando claro que cualquiera que revele lo que sucedió dentro del cónclave enfrenta la excomunión automática.

En las reglas de Juan Pablo, la excomunión siempre fue una posibilidad, pero Benedicto XVI revisó el juramento que toman los asistentes litúrgicos y secretarios para hacerlo explícito, diciendo que deben observar "secreto absoluto y perpetuo" y abstenerse explícitamente de usar cualquier dispositivo de grabación de audio o video.

Ahora declaran: "Prometo y juro que, a menos que reciba una facultad especial otorgada expresamente por el pontífice recién elegido o por sus sucesores, observaré absoluto y perpetuo secreto con todos los que no formen parte del Colegio de Cardenales electores en relación con todos los asuntos directa o indirectamente relacionados con los votos emitidos y su escrutinio para la elección del Sumo Pontífice".

"Del mismo modo, prometo y juro abstenerme de usar cualquier equipo de audio o video capaz de grabar cualquier cosa que ocurra durante el período de la elección dentro de la Ciudad del Vaticano, y en particular cualquier cosa que de alguna manera, directa o indirectamente, esté relacionada con el proceso de la elección misma".

"Tomo este juramento plenamente consciente de que una infracción del mismo incurrirá en la pena de excomunión automática reservada a la Sede Apostólica. Que Dios y estos Santos Evangelios, que toco con mi mano, me ayuden".

Mientras se llevaba a cabo el ritual del juramento, la comisión asesora de protección infantil del Vaticano instó el lunes a los cardenales a priorizar el tema del abuso sexual del clero al elegir un nuevo papa, diciendo que la credibilidad misma de la Iglesia católica depende de la responsabilidad, la transparencia y la justicia para las víctimas.

La Comisión Pontificia para la Protección de Menores es un departamento del Vaticano creado por el papa Francisco para asesorar a la iglesia sobre las mejores prácticas para combatir el abuso. Compuesta por clérigos y expertos laicos, la comisión emitió un llamado a la oración a los cardenales que se reúnen en Roma esta semana antes de entrar en el cónclave el miércoles.

"Que ninguna preocupación por el escándalo oscurezca la urgencia de la verdad", decía el texto. "Que ninguna consideración por la reputación impida nuestra responsabilidad primordial de actuar en nombre de aquellos que han sido abusados".

El escándalo de abuso ha comprometido gravemente la credibilidad de la jerarquía católica en muchos países, con revelaciones de décadas de abuso y encubrimiento por parte de obispos y superiores religiosos. Francisco y Benedicto XVI tomaron algunas medidas para abordar el escándalo, pero aún reina una cultura de impunidad, no hay transparencia del Vaticano sobre los casos y las víctimas dicen que el mismo proceso que la Iglesia ha implementado para tratar las denuncias a menudo los vuelve a victimizar.

La declaración reconoció el daño que el escándalo ha hecho a la reputación de la Iglesia y dijo que los cardenales tienen una responsabilidad hacia las víctimas. "La credibilidad de la Iglesia depende de una verdadera responsabilidad, transparencia y acción arraigada en la justicia", decía la declaración.

El presidente de la comisión, el cardenal Sean O'Malley, está participando en las discusiones previas al cónclave, pero no votará en la elección en sí porque supera el límite de edad de 80 años.

Con información de Informador.mx

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Avanza el gusano barrenador del ganado

De llamar la atención el primer caso de gusano barrenador del ganado en humanos. Este fue detectado en una mujer, mayor de edad, residente el municipio de Acacoyagua, en el estado de Chiapas.

Luego que fuera alertada la presencia de ganado del gusano barrenador del ganado, el pasado 21 de noviembre de 2024, en un lote de ganado introducido de contrabando; ahora, se conoce la primera afectación a una persona, por parte de esta mosca que deposita sus huevecillos en heridas y cuyas posteriores larvas devoran el tejido vivo.

Incluso, hay información que habla de que habría hasta ocho personas afectadas por esta plaga, en siete estados de nuestro país, así que lo anterior pone en evidencia, la gravedad de su presencia , luego de que fue introducida desde Guatemala, por la falta de controles sanitarios y legales adecuados en la frontera Sur de nuestro país.

También, lo anterior muestra que la plaga se está expandiendo, pese a la campaña en su contra con mosca esterilizada, lo que al parecer no es suficiente dada su presencia en varias entidades del país como son Chiapas, Tabasco y Campeche, en donde ya se han tenido reportes de casos.

Hay quienes dicen que, si esto sucede ya con humanos, habrá que imaginar lo que ocurre, por ejemplo, con la fauna, que no está exenta del ataque de esta plaga, especies a las que no hay manera de atender como es el caso del ganado u otros animales domésticos.

Así, esta plaga se está expandiendo y que,  pese a no estar presente en el norte del país, ya causó grandes pérdidas económicas a los ganaderos exportadores de becerro en pie, como es Chihuahua, que por la detección de esta mosca en Chiapas, Estados Unidos cerró su frontera a la comercialización de ganado por casi tres meses. Comentan que, urgen mayores medidas de control, como puede ser entre otras, el cierre de la frontera Sur, algo que han pedido de manera insistente los productores pecuarios.

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