El acuerdo de Ovidio Guzmán con la justicia de Estados Unidos, que lo aproxima a la figura de testigo colaborador, genera inquietud tanto en el entorno del gobernador Rubén Rocha como en el del mandamás de la Jucopo, Adán Augusto López Hernández.
El problema es, desde ya, la campaña por la gubernatura del 2021, donde Ovidio habría jugado un papel muy activo en favor Rocha que a su vez tuvo el respaldo total del exsecretario de Gobernación. La crisis a la que se expone Rocha golpea de lleno al senador Enrique Inzunza, quien pretende sucederlo y que, según cuentan en la política sinaloense, siempre tuvo llegada a la familia Guzmán.
Por cierto: el fin de semana en la reunión de consejeros de Morena siempre que se habló de narcotráfico y políticas fueron varias las miradas que se posaron sobre el gobernador.
También sería complicada la situación del alcalde de Ahome Gerardo Vargas, a quien Óvido podría acusar de estar más cerca de sus rivales, la familia de Ismael "Mayo" Zambada. El senador Inzunza promovió el desafuero de Vargas para liquidar sus chances electorales.
Ante este panorama es que la senadora Laura Imelda Castro busca emerger como una opción directamente vinculada a la presidente Claudia Sheinbaum, fundamentalmente porque no presenta la crisis reputacional - y judicial - que desboca a sus rivales en la carrera por la candidatura.
Laura Imelda, como primer paso, busca ser la próxima titular de la Mesa Directiva del Senado, cargo que Adán Augusto quisiera darle a Andrea Chávez.
Con información de: Lapolítica online.