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Relaciones líquidas: ¿estamos perdiendo la capacidad de amar profundo?

Vivimos en una época donde el amor parece estar al alcance de un swipe, donde las historias duran 24 horas y los “me encanta” parecen reemplazar las caricias. En este nuevo paradigma, muchas personas se preguntan: ¿nos estamos volviendo incapaces de amar de verdad?

El sociólogo Zygmunt Bauman describía el amor moderno como “líquido”, un vínculo que se adapta, se evapora y se filtra con facilidad. Y aunque el término nació antes del auge de las redes y las apps de citas, hoy más que nunca parece tomar fuerza.

El algoritmo del amor

Aplicaciones como Tinder, Bumble o Grindr nos han dado la oportunidad de conectar con miles de personas. Pero también han cambiado la lógica del vínculo: si algo no funciona, hay más opciones. Si hay un desacuerdo, se desliza a la izquierda. La abundancia de posibilidades, lejos de hacernos sentir más amados, muchas veces genera ansiedad, superficialidad y temor al compromiso.

Nos hemos acostumbrado a elegir personas como si estuviéramos armando un carrito de compras. Y aunque la libertad de elección es un derecho valioso, la profundidad emocional no se construye a base de "matches".

Redes sociales: vitrinas de amor idealizado

Las redes sociales no solo nos permiten mostrar nuestro amor, sino también moldearlo para ser aprobado. Subimos la foto perfecta, la historia romántica, el viaje soñado. Pero detrás de esa vitrina, muchas veces hay relaciones frágiles, basadas en validación externa más que en intimidad verdadera.

Se genera así una cultura donde el amor se convierte en un espectáculo, no en una experiencia. Y cuando el conflicto aparece —algo normal y humano—, no sabemos enfrentarlo porque hemos idealizado el vínculo y no trabajado en la conexión real.

El miedo al compromiso: ¿protección o desconexión?

Las nuevas generaciones han aprendido a protegerse. El "ghosting", el "breadcrumbing", o simplemente no definir lo que se vive con alguien, son formas de evitar el dolor… pero también de evitar la profundidad.

Amar profundamente implica riesgo, entrega, incomodidad, paciencia y permanencia. Pero en una cultura de inmediatez y gratificación instantánea, eso parece más una carga que una recompensa.

Entonces, ¿hay esperanza?
Sí. Y mucha.

Las redes y las apps no son el problema en sí. El desafío está en cómo las usamos y desde qué lugar emocional nos vinculamos. Podemos volver a conectar con un amor más profundo si:

Dejamos de buscar “la historia perfecta” y empezamos a construir la verdadera.

Elegimos conversar más que postear.

Asumimos que amar también es confrontar, crecer y comprometerse.

Las relaciones líquidas no tienen por qué ser superficiales. El amor puede adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia. Pero requiere coraje, autenticidad y vulnerabilidad. Porque amar profundo hoy… es un acto revolucionario.

Erika Rosas
erikaedithrosas@gmail.com

Tips al momento

Que no hubo empatía ni solidaridad de la presidenta con los productores afectados

Pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum, había ofrecido la presencia del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, en la “mañanera del pueblo” de este día, la mandataria informó que, el funcionario no asistió por estar enfermo.

La inasistencia del secretario de Sader está enmarcada en el cierre de la frontera norteamericana a la exportación de becerros de entidades del Norte del país como son Chihuahua, Sonora, Coahuila, Durango y Tamaulipas.

Con este tercer cierre a la frontera al ganado mexicano, según se dice, se tendrá una gran afectación a la actividad pecuaria de estas entidades y en especial a Chihuahua, pues se cierra el mercado tradicional para los productores locales.

Todavía ayer, la presidenta presumía el logro de la reapertura de la frontera tras la operación de la cuarentenaria de Agua Prieta, al  exportar más de 2 mil becerros los días lunes y martes, por eso dijo, estaría hoy en la mañanera el secretario, Julio Berdegué, para explicar las negociaciones con los Estados Unidos.

De manera sorpresiva ayer por la tarde – noche, Estados Unidos a través del Departamento de Agricultura, a cargo de Brooke Rollins,  nuevamente,  oficializó el cierre de la frontera norteamericana al ganado mexicano.

La inasistencia del secretario de Desarrollo Rural Julio Berdegué, se sintió según dicen, como una medida para sacarlo del escenario de crítica de los productores pecuarios del Norte del país, para ofrecer que sería el director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Javier Calderón, quien hablaría acerca del gusano barrenador, para tratar de disminuir el nivel de esa crisis.

Según dicen, se notó que la presidenta trató de minimizar esa situación al no abrir su rueda de prensa con ese tema, y darle un tratamiento secundario, a una situación que viene a darle un golpe gravísimo a la actividad pecuaria en varias entidades del Norte del país. No hubo la menor empatía o mensaje de solidaridad de la mandataria con el sector, mucho menos ofreció ayuda o apoyos. Solo un esperamos que se abra pronto, según dicen.

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