Ucrania ha pedido a sus aliados internacionales una respuesta firme para contener la creciente cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte, luego de que Moscú y Pyongyang confirmaran oficialmente la presencia de tropas norcoreanas en territorio ruso, en medio de un acelerado intercambio de armas y tecnología.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano instó a los socios internacionales a “unir esfuerzos para presionar a Moscú y Pyongyang”, y adoptar “medidas concretas que frenen su acercamiento”, advirtiendo sobre las “consecuencias catastróficas” que podría tener esta alianza para la seguridad global.
El portavoz del Ministerio, Gueorguí Tiji, destacó que la admisión pública de tropas norcoreanas en Rusia, tras meses de desmentidos, confirma que ambos regímenes “carecen de credibilidad”. Durante una intervención en la red social X, Tiji recalcó que aún existen herramientas no utilizadas, como nuevas sanciones, que podrían limitar el acceso de ambos países a tecnología occidental.
Por su parte, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Washington, criticó la tibia respuesta de Occidente al fortalecimiento de los vínculos de Rusia con Irán, Corea del Norte y China, y subrayó que Moscú ya no teme represalias por su colaboración con Pyongyang.
Kirilo Budanov, jefe de inteligencia militar ucraniana, calificó a Corea del Norte como el aliado más peligroso de Rusia, señalando que los ataques rusos se intensifican tras los envíos de armas norcoreanas. Se estima que Pyongyang ha suministrado millones de proyectiles de artillería, cubriendo entre el 50% y el 70% de las necesidades rusas, además de misiles balísticos KN-23 usados contra ciudades ucranianas. Uno de estos misiles causó la muerte de 13 civiles en Kiev la semana pasada, según el Estado Mayor ucraniano.
Aunque la calidad de esta munición es inferior, expertos locales indican que la cooperación técnica entre ingenieros rusos y norcoreanos ha mejorado su precisión. Alrededor de 11 mil soldados norcoreanos desplegados en la región rusa de Kursk han ganado experiencia en combate moderno, lo que podría aumentar la amenaza militar de Corea del Norte hacia países como Japón y Corea del Sur.
Desde Moscú, el Kremlin aseguró estar dispuesto a ofrecer asistencia militar recíproca a Corea del Norte. Según fuentes de la OTAN y autoridades surcoreanas, Pyongyang ya habría recibido sistemas de defensa antiaérea y tecnología nuclear y de misiles, aunque se desconoce el alcance exacto de esa transferencia.
Analistas ucranianos advierten que esta colaboración evidencia las dificultades del ejército ruso, debilitado por las pérdidas en el frente. No obstante, la participación de miles de soldados norcoreanos podría presionar las defensas ucranianas si llegaran a entrar en combate dentro del país, y permitir a Rusia evitar una movilización masiva interna, según Oleksandr Kovalenko, del Grupo de Resistencia Informativa.
Kiev también ha intensificado sus críticas contra China, a quien acusa de respaldar a Rusia a través de su industria militar y de permitir la participación de ciudadanos chinos en el ejército ruso. Ucrania advierte sobre un eje estratégico que une a Rusia, Corea del Norte, Irán y China, y ha instado a la comunidad internacional a actuar de manera coordinada frente a este bloque.
Finalmente, el gobierno ucraniano espera que la implicación directa de Corea del Norte motive a Corea del Sur a aumentar su apoyo, incluyendo el suministro de armas. Aunque Seúl anunció recientemente una ayuda financiera de 87.7 millones de euros, se mantiene reticente a enviar armamento, a pesar del agravamiento del conflicto.
Con información de Informador.mx